martes, 24 de marzo de 2009

martes, 17 de marzo de 2009

Salí de copas mamá...

Advertimos que este video contiene algunas imágenes que pueden herir la sensibilidad de algunas personas.
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lunes, 16 de marzo de 2009

Recomendaciones en el caso de consumo de benzodiacepinas


- Consúmelas según prescripción médica en tiempo y forma.
- No mezclar con otras drogas. La combinación con alcohol, antidepresivos, cannabis, o heroína puede originar efectos peligrosos para el organismo. Por ejemplo, el consumo con alcohol alterará la percepción del espacio, el tiempo y la distancia. Esta combinación puede incluso llegar a ser letal. La combinación con otros sedantes y antihistamínicos (jarabes para la tos y remedios contra la alergia) aumenta el efecto resultante sobre el cerebro, pudiendo producir una pérdida de conciencia con imposibilidad para respirar, lo cual puede llevar a la muerte. La combinación con heroína puede ser mortal, la cantidad de heroína que requerirá tu cuerpo para producir una sobredosis será mucho menor que si no las has consumido.
- No conducir, ni manejar maquinaria peligrosa, porque producen somnolencia, y reducen la concentración y la coordinación. Asimismo pueden causar confusión y afectar la visión.

viernes, 13 de marzo de 2009

Signos de abstinencia severa por benzodiacepinas

- Depresión
- Ideas suicidas
- Agorafobia (fobia a los espacios abiertos)
- Convulsiones

jueves, 12 de marzo de 2009

signos de abstinencia moderada por benzodiacepinas

- Ansiedad
- Dificultad para dormir
- Sensibilidad extrema a la luz, al ruido y al tacto.
- Distorsión perceptiva
- Pérdida de memoria
- Dolor de cabeza
- Palpitaciones

miércoles, 11 de marzo de 2009

Signos de Intoxicación aguda por benzodiacepinas

- Dificultad para hablar.
- Ataxia
- Sedación
- Movimientos inusuales de los ojos
- Hipotensión arterial
- Excesiva salivación
- Desinhibición

martes, 10 de marzo de 2009

Riesgos por el consumo de benzodiacepinas

El consumo de benzodiazepinas por un tiempo prolongado puede hacer que el organismo desarrolle tolerancia a estas drogas. Tras tomarlas 2 semanas, se vuelven ineficaces como pastillas para dormir y tras su consumo durante 4 meses, se vuelven también ineficaces para calmar la ansiedad.
Se estima que aproximadamente la mitad de las personas que después de 1 año continúan tomando benzodiazepinas lo hacen debido a la dependencia física y psicológica que este consumo ha producido y no por los efectos médicos y terapéuticos de la droga.
Algunos de los efectos del consumo prolongado pueden ser los siguientes: somnolencia, falta de motivación, pérdida de memoria, ansiedad, irritabilidad, distorsión del sueño, problemas sexuales y aumento de peso entre otros.
Por otra parte, dosis muy altas de benzodiazepinas pueden causar una sobredosis, con pérdida de conocimiento y posterior coma. Es muy raro que la sobredosis lleve a la muerte, pero si son combinadas con alcohol u otras drogas, la muerte puede producirse por inhalación del vómito cuando la persona está inconsciente.
No es recomendable su uso por un período largo de tiempo (mas de 2 o 3 semanas). Si bien pueden ayudar a calmar la ansiedad en el corto plazo, no resuelven el problema que la causa y pueden agravar la situación si se genera una dependencia a estas sustancias.

lunes, 9 de marzo de 2009

Benzodiacepinas, ¿qué son?

Las benzodiazepinas son tranquilizantes menores, mediante su acción se enlentece la actividad del sistema nervioso central, es decir, se retardan los mensajes que entran y salen del cerebro hacia todo el resto del organismo, incluyendo las respuestas físicas, mentales y emocionales. Así como el alcohol y los opiáceos, las benzodiacepinas son drogas depresoras del sistema nervioso central.
Son producidas a través de procesos de síntesis química. El grupo de las benzodiacepinas está integrado por mas de 24 drogas diferentes, cada una de las cuales tiene un nombre químico o genérico. Por ejemplo, son benzodiazepinas el Diazepam, Valium, Nitrazepam, Temazepam, Ativan, o el Flunitrazepam.
Son los tranquilizantes menores mas comúnmente prescritos por los médicos para calmar la ansiedad (ansiolíticos) o para promover la sedación y el sueño (hipnóticos).

viernes, 6 de marzo de 2009

Y más riesgos por el consumo de heroína

El uso crónico de la heroína inyectada provoca la aparición de venas cicatrizadas o colapsadas, infecciones bacterianas de vasos sanguíneos, abscesos y otras infecciones de piel y tejidos blandos, enfermedades hepáticas, cardíacas y renales. Las complicaciones pulmonares pueden ser el resultado de los efectos depresores de la heroína y/o de la mala salud del consumidor, que por sus hábitos higiénicos o estilo de vida condicionado por su adicción, es más suceptible de adquirir enfermedades respiratorias (bronquitis, tuberculosis...)
Algunos de los aditivos con los que se mezcla la heroína pueden obstruir los vasos sanguíneos de pulmones, hígado, riñones o cerebro, y causar infecciones y lesiones muy graves en estos órganos.
Compartir las jeringuillas u otros útiles de inyección, así como mantener relaciones sexuales sin protección, provoca infecciones por virus como el de la inmunodeficiencia humana (VIH), los de la hepatitis B y C, etc.

jueves, 5 de marzo de 2009

Más riesgos por el consumo de heroína

Llega un momento en que toda la vida del heroinómano gira en torno a la búsqueda, la obtención y el consumo de esta droga, dejan de mostrar interés por su entorno, su familia y por sus amigos- Todo su pensamiento se centra en el consumo, pierden el sentido de la responsabilidad respecto a sí mismos y a los que les rodean y, a menudo, no cumplen con las exigencias de la vida de estudio o profesional. Se aíslan y se limitan a un contacto superficial con el medio ambiente en el que viven.
Es frecuente el abandono del grupo de amigos habituales, la disminución de la capacidad para ejercer la profesión aprendida, la pérdida de la actividad laboral y, finalmente, la marginación social.
Además de la adicción, el consumo de heroína conlleva importantes riesgos y consecuencias negativas para la salud. Es necesario tener en cuenta no sólo la sustancia en sí misma, sino tambien los adulterantes utilizados en su manipulación, los hábitos higiénicos precarios y las conductas y prácticas de riesgo a las que se asocia su consumo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Riesgos por el consumo de heroína

La heroína es una droga altamente adictiva; al principio sus efectos son muy placenteros, lo que propicia una conducta de consumo continuado y repetido, provocando rápidamente tolerancia; es decir, para sentir los mismos efectos o evitar el síndrome de abstinencia, el adicto necesita cada vez dosis más altas, siendo necesarias hasta 10 veces más al cabo de un cierto tiempo de consumo.
La heroína pierde la capacidad para producir el bienestar inicial que producía, lo que provoca un malestar cada vez mayor. Si al principio la obtención del placer era la causa del consumo, con el paso del tiempo, lo que el heroinómano busca es aliviar el malestar que le produce la ausencia de heroína.
La supresión del consumo de heroína produce el síndrome de abstinencia (mono): ansiedad, agresividad, midriasis, lagrimeo, sudoración abundante, escalofríos, temblores, "piel de gallina", diarrea, naúseas, vómitos, embotamiento mental, hiperactividad locomotora y dolores articulares.

martes, 3 de marzo de 2009

Efectos inmediatos tras el consumo de heroína

La heroína activa el sistema opioide, que regula procesos psíquicos y físicos tan importantes como la sensación de placer, de satisfacción, el control del dolor y de las funciones respiratorias y cardiovasculares. Este sistema produce unas sustancias naturales llamadas opioides endógenos cuyos efectos son imitados en gran parte por la heroína.
Así, el consumo de heroína activa el sistema opioide de forma antinatural y produce cambios en el cerebro que obligan a la administración continuada de esta droga para que no aparezca el síndrome de abstinencia, ya que el sistema nervioso central necesita la aportación externa de esta sustancia para mantener las funciones que realiza.
Al poco tiempo de su consumo llega al cerebro, donde se convierte en morfina y se adhiere a los receptores opioides, dando una oleada de sensaciones agradables, calma y euforia. La intensidad de estas sensaciones dependen de la cantidad consumida y de la rapidez con la que llega al cerebro.
Inicialmente se percibe acaloramiento de la piel, sequedad de boca y sensación de pesadez en las extremidades, en ocasiones seguidas de naúseas, vómitos y picor desagradable. Luego, somnolencia durante varias horas, las funciones mentales se ofuscan, las funciones cardíacas y respiratoria se alteran, a veces hasta el punto de ocasionar la muerte, según cantidad consumida.

lunes, 2 de marzo de 2009

Heroína, ¿qué es?

La heroína es una droga sintetizada a partir de la morfina, derivada a su vez de la planta papaver somniferum. Se incluye en el grupo de los opiáceos. A finales del siglo XIX se trató de buscar un fármaco con la potencia analgésica de la morfina; pero sin su capacidad adictiva, aunque pronto se demostró que sus riesgos y sus efectos negativos eran superiores a los de la morfina, suspendiéndose su uso médico en la mayoría de los países occidentales.
Su aspecto es como un polvo blanco, inodoro y fino, que dependiendo del proceso de producción puede tener otro color y textura.
La heroína puede ser adulterada con otras sustancias, y éstas son las causantes de una parte de los problemas médicos derivados de su consumo, a lo que hay que sumar la "contaminación" con bacterias, virus, hongos o partículas tóxicas.
Su forma de consumo es fumada, inyectada o inhalada. Las dos primeras vías de administración son las de acceso más rápido al cerebro y, por tanto, las que producen sus efectos de una forma más rápida. Muchos usuarios jóvenes se inician aspirándola por la nariz o fumándola, pensando de manera errónea que de esta forma no se llega a la adicción.
Sin embargo, a medida que el organismo se acostumbra a la droga y a sus efectos, éstos se hacen menos evidentes y recurren a la inyección para obtener resultados más intensos como los que experimentaban cuando empezaron a consumir.